Ceremonia de apertura escolar en la escuela Daoming n.2 (Zhangjopiao)
La lluvia ha sido abundante este año, especialmente durante la época de lluvias anual. A pesar de que ya estamos en otoño, sigue cayendo una llovizna suave sin descanso, mientras los niños de Zhangpojiao, junto con sus padres, esperan expectantes día y noche la ceremonia de apertura escolar. Este es el momento que han estado esperando por tan largo tiempo. La escuela ha sido construida al fin, y los niños ya tienen su propio aula y maestro. Ahora están esperando nuestra llegada.
El 4 de septiembre por la mañana, el cielo está oscuro y cae una ligera lluvia. Nosotros y algunos compañeros cristianos llegamos a Zhangpojiao cargados de utensilios escolares. Los árboles que están al lado del camino están muy frondosos y con un verdor extraordinario por la humedad de la lluvia. Después de que el coche llegara a la aldea Miao, se llega a un camino de tierra en cuesta abajo. Normalmente esto necesita solo unos 30 minutos de tiempo, pero hoy hemos necesitado más de 2 horas. Hacia las 4:00 pm. llegamos a una población de la etnia Yi, y el coche ya no podía ir más lejos, por lo que teníamos más elección que continuar a pie hasta Zhangpojiao, que está todavía a más de 1 hora de distancia, yendo por cuestas de barro y resbaladizas que ni siquiera las vacas quieren recorrer. Ante esta perspectiva, fue realmente una sorpresa ver que los habitantes de Zhangpojiao habían llevado 5 carros de vacas para recogernos, por lo que las mujeres pudieron ir en los carros, mientras que los hombres hicieron el camino andando.
En el camino cantamos la canción de San Francisco de Asís: "Hazme un instrumento de tu paz". Así, cantanto bien alto y llenos de alegría, no se sentía ningún cansancio. Cuando aún quedaban unos cientos de metros de cuesta para llegar a Zhangpojiao, el edificio blanco de la Escuela Primaria Daoming n.2 se podía ver al fondo, rodeado de casas con techo de paja. Llegamos a la población Miao ya casi de noche. Los hermanos Miao estaban esperándonos en largas filas y los niños llevaban en sus manos flores silvestres desconocidas para dárnoslas como regalo de bienvenida a la vez que cantaban la canción en lengua Miao "Llega la Felicidad". Cada niño, con sus pequeñas manos sucias, querían tocarnos y darnos la mano, en una conmovedora escena que seguramente era la primera vez que ocurría para estos hermanos Miao. Al terminar la cena, ya era tarde y se había hecho la noche. Estamos en un ambiente sin luz eléctrica, rodeados de una profunda oscuridad donde no podemos ver ni los dedos de nuestras manos, pero sin embargo, esto no afectó el estado de ánimo de la gente, los niños y las mujeres aprenden a cantar canciones a la luz de las velas, los ancianos y los hombres escuchan doctrina al lado de la hoguera. Aunque ya es media noche, nadie quiere marcharse a casa todavía .......
El 5 de septiembre es y será un día inolvidable para los habitantes de Zhangpojiao. Desde muy temprano en la mañana, los padres han permitido que los niños vistan sus mejores ropas de fiesta y que esperen en los alrededores de la escuela. Sus rostros están llenos de alegría y expectación. Sus padres nunca pudieron estudiar, y ellos mismos todavía no saben lo que es estudiar, ni siquiera conocen el mundo exterior! La vida para ellos es siempre un proceso tedioso, repetitivo: se comienza el trabajo al amanecer y se puede descansar al atardecer. Ahora, gracias al programa educativo del Colegio San Pablo de Macau, financiado desinteresadamente por algunos voluntarios, Zhangpojiao tiene su propia escuela primaria - "Dao Ming", que da cabida a muchas esperanzas. A las 9:00 am. comienza la ceremonia de apertura escolar. En el patio de recreo de la escuela están todos las personas del pueblo, hombre y mujeres, viejos y jóvenes. Se distribuyen a los estudiantes libros de texto gratuitos, útiles escolares, artículos de papelería, también uniformes para los estudiantes. Cuando se iza la bandena nacional, los niños cantan el himno nacional, y los mayores sonríen y se sienten satisfechos: en este momento, las caras de los niños sí que reflejan inocencia y dignidad!