Mi experiencia personal en la actividad de "apoyar la educación" - Li Ruiqi
Tengo la amistad de mis compañeros de equipo. Para decirlo más exactamente, nuestro cariño es como si éramos una familia. Desde el 14 de julio al 31 de julio de 2015, 15 compañeros de clase, colegas, amigos, compañeros de armas, nos conviertimos aún más en una familia. El poder mutuamente nuestros ojos todavía adormilados después de despertar, al poder ver mutuamente el aspecto sucio de nuestro cabello grasiento, viendo los diferentes hábitos, viendo el aspecto más auténtico de nuestra vida cotidiana, podemos realmente llamarnos "una familia" por todas estas razones. Nunca olvidaremos nuestro asombro cuando vimos el cielo como la tinta y las montañas como un adorno durante nuestro viaje de Kunming a Kaiyuan, las casas típicas como puntos en medio de los campos. Nunca olvidaremos los tallarines de tomate y huevo con salsa que tomamos en nuestra primera cena, simple pero delicioso, cálido, que nos acompañó en la puesta de sol, o el chef lleno de confianza y rodeado de muchos pequeños aprendices. Nunca olvidaremos el largo camino que tuvimos que caminar en nuestras visitas a las familias acompañados por los niños pequeños, o la tristeza que experimentamos en el camino. Nunca olvidaremos que no podíamos dormir por el calor y las picaduras de mosquitos y otros insectos. Nunca olvidaremos las clases diarias, o el ambiente serio y feliz en la preparación de las clases que teníamos en la oficina por la noche. Nunca olvidaremos nuestra verdad o atrevimiento en la última noche que estuvimos juntos, nuestras conversaciones de noche bajo las estrellas... Tuvimos nuestros problemas, pero afortunadamente, el resultado ha sido muy hermoso.
Pude conseguir la atención y cariño de los niños. De la mirada extraña y un poco temerosa de los niños durante la primera clase, a los abrazos y consternación en la mirada de los niños en nuestra despedida el último día, en el curso de 15 días de estar juntos hemos pasado de ser los extraños, para llegar a conocernos mejor poco a poco, hasta poder dejar un recuerdo cálido en la mente de cada uno. A veces, después del almuerzo, los niños vendían a buscarme para preguntarme si ya había almorzado, qué había comido y luego hablar de cualquier cosa. A veces, después de la escuela en la tarde, algunos niños permanecían en el aula para hablar con nosotros o para jugar con nosotros. A veces, en la mañana antes de la escuela, charlaban conmigo acerca de qué lugares son más divertidos alrededor de Meitan y me pedían que organizáramos una excursión el fin de semana para experimentar las cosas buenas de Meitan. El ser capaz de conseguir el cariño de una persona es algo maravilloso, pero es mucho más el conseguirlo con todo un grupo de niños. También tengo un montón de sentimientos. Durante el tiempo de la actividad de "apoyar la educación", poco a poco entendí que sacrificarse uno mismo también puede ser muy dulce. Después del almuerzo y después de la cena por las tardes, solía pasar varias horas corrigiendo los trabajos de los niños y escribía algunas frases a cada uno de ellos para animarlos. Al terminar las clases de caligrafía, también pasé dos o tres horas cada día durante tres días para escribir sobre papel de arroz y con el pincel unas palabras dedicadas a cada estudiante que asistió a la clase de caligrafía. Fue muy agotador, pero, mirando a los ojos felizes de los niños, también sentí alegría, felicidad y dulzura. Poco a poco, llegué a comprender que la pobreza no es excusa para quedarse atrás. La primera vez que visitamos las familias, fuimos a visitar 3 familias y pude ver la supervivencia de este grupo de personas que viven en la periferia del progreso. Las casas eran viejas y estaban en muy mal estado. A su alrededor, había un fuerte olor a pocilga. No muy lejos, se podían ver algunos edificios de gran altura. Se ven tan cerca, pero hasta ahora están lejos de ellos. Pero esto no parece afectar a los hijos de esas familias. Aún así, trabajan arduamente en la escuela, obtienen buenas calificaciones en la escuela, pueden sonreír sinceramente. Lentamente llegué a comprender que la dificultad también puede ser algún tipo de placer. Es un poco difícil de vivir en un aula, en una improvisada tienda, cocina y lavabo y tener que bañarnos con agua fría y estar en un aula lleno de mosquitos, pero las sonrisas y voces de los niños durante el día y los chistes de los profesores cuando estábamos juntos en la noche, me hacen sentir que esta vida aparentemente difícil se ha convertido también en una especie de placer. Cada día que estamos esperando que llegara el mañana, pero al mismo tiempo con la esperanza de que mañana nunca llegara para no tener que afrontar el día de la partida.
"Recuerdo bien tu cara, atesoro tu cariño, estos días nunca se borrarán de mi mente. No puedo prometerte que volveré. No mires atrás, nunca mires atrás cuando vas a marcharte". Pero la actividad de "apoyar la educación" no parece haber terminado. Los niños siguen llamando a mi teléfono móvil, por lo que el tiempo parece haberse detenido, sus mensajes me traen noticias de ellos, por lo que el tiempo parece haberse detenido en el ayer... Este mes de julio es destinado a ser un recuerdo inolvidable. En el espacio de medio mes, del 14 al 31, fui a un lugar, conocí algunas personas y pude experimentar muchos recuerdos hermosos y conmovedores.