Experiencia personal de un estudiante de la Universidad de Zhejiang
Los 20 días de la actividad de "apoyar la educación" terminaron en un abrir y cerrar de ojos. Todavía recuerdo el día de nuestra partida y los no demasiado conocidos miembros del equipo y cómo comenzamos nuestro viaje llenos de curiosidad y entusiasmo. Mis años de Universidad son el momento de mi periodo de crecimiento más grande, y el tercer año de Universidad es el año cuando he cambiado más. Durante estos años, he pensado en mí por primera vez, confirmado mis verdaderos ideales, determinado el tipo de persona que quiero ser. Al mismo tiempo que he estado estudiando muchos libros, también me he examinado a mí mismo y decidido a vivir de otra manera. Hace mucho tiempo mi madre me dijo una frase: "El amor no puede esperar". Hasta ahora, no me importaba el significado de esta frase, pero leyendo "el martes pasado con Mollie" he reavivado mis recuerdos de esta frase. Hay mucha presión en mi corazón debido a muchas cosas y muchos sentimientos. Confiando en mi juventud, he perdido mi tiempo en juegos y estoy estancado no sólo en mis estudios, sino también todos los demás aspectos de mi vida. Ya no soy ese chico de secundaria lleno de sueños. Con mi reflexión, quiero determinar mis propios ideales, decidir la clase de vida que quiero vivir. Espero ser una buena persona seria, espero seguir el ejemplo de tantas personas a mi alrededor y mejorar poco a poco. Por lo tanto, tengo que buscar actividades en las que puedo presentarme de voluntario. Durante una de ellas, "una chica siria confundió el objetivo de una cámara con el cañón de un arma y levantó las dos manos". Esto realmente me duele en mi corazón. Quiero hacer algo, así que quiero participar esta vez en la actividad de "apoyar la educación". Afortunadamente, pasé la entrevista y, antes de ir, preparé un montón de cosas, preparé muchas clases y un montón de historias. Partimos llenos de pasión, pero muchas cosas dieron al trate con nuestros planes.
Tengo sentimientos muy fuertes hacia nuestra vida durante los 13 días que estuvimos en las montañas. Por primera vez en mi vida, tuve que llamar "cama" el escritorio de las clases y vivir hacinado con mis compañeros tantos días. Por primera vez en mi vida, tuve que cocinar yo mismo mis 3 comidas diarias. Por primera vez en mi vida, tenía que estar preocupándome por estos niños anormalmente enérgicos y llenos de vivacidad, preocuparme por si se podrían lesionar, hacer hincapié en la disciplina. Por primera vez en mi vida, nosotros estábamos en este pequeño pueblo, lejos del bullicio de la gran ciudad, sin internet ni televisión, disfrutando de este tipo de tranquilidad, muy satisfactoria. La primera vez... demasiadas primeras veces. Creo que hicimos un montón de cosas, pero lamentablemente, siento que fracasé en esta actividad y no logré cumplir lo que había prometido hacer.
Me equivoqué en la primera clase. Se mezcló a todos los estudiantes y luego los separamos al azar en 2 clases. Esto condujo a tener niños en edad preescolar con niños de primer y segundo año de primaria todos mezclados, y con base educativa diferente. Los niños en edad preescolar son muy difíciles de organizar, mientras que lod del primer y segundo grado ya han comenzado a ser traviesos, por lo que el resultado de la clase fue muy malo. Además, no consideré correctamente lo que les podía gustar a estos niños. En mis ilusiones, yo sólo había preparado para los niños lo que a mí me gustaba antes, o loque llama mi curiosidad ahora. Preparé los dibujos animados que me gustan más, Doraemon A, preparé mucho material relacionado con "el universo" y "las galaxias", así como las historias griegas antiguas sobre los planetas del sistema solar, pero los niños no mostraron ningún interés en absoluto. Debido a este error en la primera clase, la clase era realmente un lío grande. Les puse "Doraemon A", pero no les gustó. Para ser honesto, fue muy triste para mí, y ya no podía querer a los niños como antes. La clase se convirtió en muy seria y empecé a entrar en el papel de un profesor de matemáticas, enfatizando una y otra vez el conocimiento relevante y pidiendo a los estudiantes a hacer un montón de ejercicios. Incluso después de horas de escuela, le preguntaba a los estudiantes que estaban jugando en el patio sobre algunos conocimientos de aula, y esto hizo que a los estudiantes le gustaran mis lecciones cada vez menos. El resto de compañeros de equipo también tuvo algunos problemas durante las clases, pero los estudiantes estaban llenos de energía. Comienzan a llegar a la puerta de la escuela de a las 6 de la mañana, entran y comienzan a jugar, y pueden seguir así hasta las 11 por la noche. Todos nosotros estábamos rendidos de cansancio. Después de eso, sucedió un accidente y esto intensificó las tensiones.
Un día de lluvia, en la tarde, muchos de los niños no se habían ido a casa y continuaban jugando en el patio, pero, por descuidar nuestra atención de cada uno de ellos, una niña se golpeó la cabeza contra las escaleras y se hizo una buena herida. Ella estaba sangrando mucho. Estábamos en total desorden, y debido a la lluvia, los senderos de montaña estaban llenos de barro. Era imposible transitar o conseguir bajarla a la ciudad. Lo único que podíamos hacer es utilizar el método más básico para desinfectar y vendar la herida y enviar a la chica a casa acompañada por el alcalde de la aldea. Este evento tuvo una gran influencia en nosotros. Aunque la herida no fue muy grave, y al día siguiente, cuando la visitamos vimos que ya no era gran cosa, todos nosotros nos culpábamos a nosotros mismos. Decidimos obligar a todos los estudiantes a dormir la siesta por la tarde en el aula. Esto hizo que a los estudiantes les gusta la escuela cada vez menos, por lo que, poco a poco, disminuyó el número de estudiantes que venían a clase. He pensado mucho acerca de este incidente, pero lo que más he estado pensando es en el hecho de que creo que cada escuela debe tener su propia enfermería. Si esto no es posible, al menos en cada escuela debe haber un depósito con los medicamentos básicos. Todo lo que teníamos en el momento de este accidente eran unas vendas que ya estaban fuera de fecha. El que los niños tengan algún tipo de accidente es algo inevitable, por lo que los medicamentos esenciales deben estar a mano. Me preocupa mucho el qué hacer si los niños se hieren o lesionan, porque no hay médico en el pueblo, y lleva por lo menos 35 minutos el bajar de la montaña, por lo que necesitan mucho tiempo para llegar a un hospital. Me preocupa mucho esto, así que creo que los medicamentos más esenciales deben guardarse en la escuela.
Luego, cuando los niños sabían que íbamos a ver a las familias, incluso menos estudiantes vinieron a clase. Al final, un día sólo la mitad de los estudiantes vino a la escuela. Nos sentimos realmente deprimidos y tristes. Por lo tanto, puesto que los estudiantes no venían a la escuela, teníamos que ir a visitar a las familias. Esto nos trajo sentimientos muy fuertes. Era la primera vez que sabía cuánto les falta agua. Bajo el alero de cada casa tienen un conjunto de tubos para recolectar aguas pluviales en algún tipo de depósito. Normalmente, cuando llueve, recogemos cualquier ropa tendida afuera, pero sin embargo, ellos cuelgan la ropa fuera los días de lluvia para que se pueda lavar. Realmente lamento que yo lavaba mi ropa durante el recreo delante de los niños. Realmente lo lamento. El último día, preparamos una jornada deportiva para los niños. Todo el mundo estaba muy contento, pero al final, tuvimos otro accidente. Otra vez, un niño resultó herido cuando se golpeó la cabeza contra una pared. Aunque no fue muy grave y solo sangraba un poco, a nosotros nos deprimió todavía más...
La actividad de "apoyar la educación" terminó así. Durante este tiempo, casi todo lo impensable ha sucedido: los niños sufrieron accidentes, estuvimos sin agua ni electricidad, sin comida e incluso muchos de nosotros enfermamos. Tuve tos durante 20 días completos, y mi cuerpo estaba deshidratado cuando volví a casa, mis compañeros de equipo cogieron la gripe, diarrea y tuvieron que guardar cama, hemos tenido tormentas en las montañas, etc, etc, un montón de cosas. Nosotros hemos madurado, pero, ¿realmente hemos hecho todo lo posible por los niños en las montañas? ¿Hemos sido realmente un buen ejemplo para los niños? Realmente lo dudo, y me siento muy deprimido por ello. Por lo menos, creo que nunca olvidaré nada de lo que sucedió durante esta actividad, y quiero sintetizar y asimilar todas estas experiencias para madurar. Voy a trabajar duro para mejorar, trabajar duro para lograr mis sueños, tratar de obtener más recursos para ser un buen ejemplo para los niños y hacer más por ellos, porque creo que después de ser parte de esta actividad de "apoyar la educación", le debo a los niños un sueño y un ejemplo.